Viviendo los días que Dios ha escrito para nosotros

La vida puede parecer que se está escapando rápidamente, especialmente cuando estamos ocupados con las cosas diarias. Entre la escuela, el trabajo, el ministerio, la familia y otras responsabilidades, es fácil sentir que simplemente estamos pasando por los movimientos, sin estar seguros de si realmente estamos viviendo el propósito que Dios tiene para nosotros. Pero la verdad es que cada día cuenta. Dios ha escrito cada uno con un propósito y desea que vivamos plenamente en cada momento, sin perder una sola oportunidad de seguir Su dirección.

El Salmo 139:16 nos dice:

“Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación; todos los días ordenados para mí estaban escritos en tu libro antes que uno de ellos existiera.” (NVI)

Este versículo nos recuerda que, incluso antes de nacer, Dios planeó cada día de nuestras vidas. Nada es por accidente; cada día es un regalo, lleno de oportunidades para crecer, servir y vivir según Su voluntad.

Cada día es una oportunidad para hacer una diferencia, tanto en nuestras vidas como en la vida de los demás. Pero es fácil dejar que la rutina diaria nos distraiga del potencial que Dios ha puesto en cada momento. En Efesios 5:15-16, Pablo nos anima:

“Por tanto, tengan cuidado cómo viven. No vivan como necios, sino como sabios, aprovechando al máximo cada oportunidad, porque los días son malos.” (NVI)

Vivir sabiamente significa ser intencionales con nuestro tiempo, no dejando que los días pasen sin reconocer las oportunidades que Dios pone ante nosotros. Ya sea que estemos trabajando, estudiando, pasando tiempo con nuestros seres queridos o sirviendo a otros, estamos llamados a aprovechar al máximo cada momento.

Es fácil sentir que estamos perdiendo oportunidades o quedándonos atrás, especialmente cuando las cosas se sienten apresuradas o abrumadoras. Pero podemos consolarnos sabiendo que el tiempo de Dios es perfecto. En Eclesiastés 3:1 leemos:

“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.” (NVI)

Ya sea que estés en una temporada de reflexión tranquila o en una de acción y trabajo duro, o como yo en un mundo de bebés, confía en que Dios ha ordenado cada momento para Su propósito. Incluso cuando las cosas no salen como se planeó, Él está trabajando a través de cada día para cumplir Su mayor propósito en tu vida. Para vivir plenamente en los días que Dios ha escrito para nosotros, necesitamos estar presentes en cada uno. Jesús nos enseñó a enfocarnos en hoy, sin estar consumidos por la preocupación sobre mañana. En Mateo 6:34, Él dice:

“Por tanto, no se preocupen por el mañana, porque el mañana traerá su propia preocupación. Cada día tiene ya sus propios problemas.” (NVI)

Cuando vivimos en el presente, nos abrimos a las oportunidades que Dios nos proporciona. Podemos ser más intencionales al mostrar amabilidad, ayudar a otros y ser fieles en las pequeñas tareas del día. Cada acción puede ser una oportunidad para glorificar a Dios.

Algunas cosas que me han ayudado a aprovechar el plan de Dios para mí, a través de diferentes temporadas:

    •    Estar presente: En cada momento, enfócate en estar completamente comprometido. Ya sea que estés trabajando, estudiando o pasando tiempo con la familia, dale tu total atención.

    •    Vivir con gratitud: Da gracias a Dios por cada día, incluso por los desafíos, sabiendo que Él está usando cada momento para moldearte.

    •    Dar un paso de fe: Cuando Dios te presente una oportunidad, tómala. Ya sea un acto de bondad, una invitación para servir o una oportunidad para crecer en tu relación con Él, confía en que Él te está guiando hacia algo bueno.

    •    Confiar en Su tiempo: No apresures las cosas ni mires atrás con arrepentimiento. Confía en que los días que Dios ha escrito para ti son perfectos a Sus ojos.

La vida pasa rápidamente, pero cada día está lleno de oportunidades para seguir el plan de Dios para nosotros. No queremos perder ni un solo momento que Él nos ha dado, ya sea en las pequeñas tareas diarias o en las grandes decisiones que cambian la vida. Recuerda, Dios ya ha escrito cada día con propósito. Vivamos cada día de manera intencional, confiando en Su perfecto tiempo y aprovechando al máximo cada oportunidad que Él nos da. Vivamos sabiamente, abrazando plenamente los días que Dios nos ha dado, sabiendo que Él tiene grandes cosas reservadas para cada momento.

Como el Salmo 90:12 nos anima:

“Enséñanos a contar nuestros días, para que podamos ganar un corazón sabio.” (NVI)

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