Confía en el tiempo de Dios en el nuevo año
El comienzo de un nuevo año despierta nuevas esperanzas y sueños. Establecemos metas, hacemos planes y anhelamos cambios. Sin embargo, a medida que avanzan los meses, podemos encontrarnos esperando, esperando respuestas, progreso o el cumplimiento de promesas. En esos momentos, es fácil sentir que Dios se está tardando. Pero las Escrituras nos recuerdan que Su tiempo nunca falla. Él no se retrasa; Él actúa con propósito.
“Él ha hecho todo hermoso en su tiempo.” – Eclesiastés 3:11
“El Señor no tarda en cumplir Su promesa, según entienden algunos la tardanza. Más bien, Él tiene paciencia con ustedes…” – 2 Pedro 3:9
Piensa en una semilla plantada en invierno. Descansa en la tierra, escondida y quieta, pero mientras tanto, Dios la está nutriendo para la temporada adecuada de crecimiento. De la misma manera, Dios está obrando bajo la superficie de nuestra vida, preparándonos para las bendiciones y los avances que Él tiene planeados.
También considera a Josué, cuyos sueños parecían desmoronarse cuando fue vendido como esclavo y arrojado a prisión. Años de espera e incertidumbre finalmente revelaron el propósito mayor de Dios. Lo que parecía un retraso era en realidad una preparación divina.
Al comenzar este nuevo año, confía en que los planes de Dios para ti son buenos. Descansa en Su paciencia, sabiendo que Él ve el final desde el principio. La espera no es en vano; está moldeándote, fortaleciendo tu fe y alineando todo en Su tiempo perfecto.
Este año, caminemos con paz, confiando en que el tiempo de Dios siempre vale la pena esperar.